Constelaciones: Transgenealogías y alianzas invisibles | Santiago Borja

Programa de Intervenciones en Espacio Público
Del 26 de octubre de 2024 al 2 de marzo de 2025
Patio MAZ

“Mi propósito es hacer que “pariente” signifique algo diferente, algo más que entidades ligadas por sus ancestros o su genealogía. El suave desplazamiento  desfamiliarizador puede parecer, por un momento, solo un error, pero luego (con suerte) aparece como correcto durante el camino. Generar parientes es generar personas, no necesariamente como individuos o como humanos.”

– Donna Haraway

Constelaciones toma como punto de partida uno de los diagramas clave sobre las relaciones de parentesco de la antropología estructural desarrollada por Claude Lévi-Strauss. En esta teoría se analiza cómo en ciertas sociedades la filiación se da por la línea materna y en otras por la paterna, excluyendo así a los miembros de la familia que no corresponden a esta filiación preestablecida y permitiendo diferentes tipos de alianzas. Con esto, Lévi-Strauss buscaba demostrar que la filiación simbólica es más fuerte que la filiación biológica.

 

Si bien, hoy en día se cuestiona el estructuralismo antropológico de Lévi-Strauss, en particular su esquematismo y su deseo de encontrar fórmulas universales independientemente del momento histórico o de las diferentes culturas de las que surgen, queremos recuperar la idea de que aquello que nos da identidad, no es una esencia individual inherente. La identidad está dada por las posiciones temporales que ocupamos dentro de un sistema, y en consecuencia, estamos constituidos por un conjunto de relaciones y no por atributos permanentes e invariantes. Esto abre la puerta a pensar en la identidad como algo dinámico, ya que una vez que las relaciones cambian, los rasgos identitarios cambian también.

 

De esta manera, Constelaciones desafía la idea de que las estructuras sociales en las que nacemos están fijas y que, por lo tanto, estamos irremediablemente determinados por nuestro entorno social y familiar de origen.

 

Por otro lado, el proyecto yuxtapone el tema de las estructuras de parentesco con el universo terapéutico de las constelaciones familiares, en las cuáles a través de un proceso introspectivo, se profundiza en las relaciones que mantienen los participantes con su entorno familiar. Esta terapia, construida a partir de una dinámica psicodramática no exenta de cierta teatralidad, postula que las personas son capaces de percibir inconscientemente los modelos y patrones en las relaciones familiares. Estos patrones crean así, esquemas afectivos y cognitivos determinantes que generan “lealtades invisibles”, las cuales son transmitidas de generación en generación produciendo una sensación de pertenencia al clan o grupo familiar.

 

Según Bert Hellinger, su principal divulgador, el término “Constelación” (aufstellung) es una abreviación del término correcto que sería “ubicar a la familia en el espacio” (Familienautstellung). En su opinión, hay una serie de leyes que explican los eventos trágicos que pueden darse entre los miembros de una familia. Pero estos pueden invertirse cuando se restablece el orden del sistema familiar y se promueve que cada miembro ocupe el lugar que le corresponde dentro del sistema para así poder asumir sus verdaderas responsabilidades.

 

Constelaciones traslada entonces, el diagrama bidimensional de la antropología estructural clásica en yuxtaposición con el de la constelación familiar a una estructura tridimensional móvil, que muestra estas dinámicas sociales en constante cambio y transformación. El móvil es una estructura activa y no estática, formada por equilibrios y contrapesos, que nos sirve para abordar el tema de las nuevas configuraciones familiares (LGBTQ+), las afiliaciones no convencionales y las relaciones trans-especies, pero también el determinismo social y las desigualdades socio-económicas predominantes en la sociedad en la que vivimos.

 

Inspirada en el pensamiento de Donna Haraway, Constelaciones contrapone las estructuras de parentesco con las constelaciones familiares, replanteando así, una herencia familiar que va más allá de lo puramente genético o cultural. Nos invita a establecer nuevas alianzas afectivas y parentescos raros con todo aquello que está vivo y que sea lo que sea que seamos nos ayude a generar-con, devenir-con, componer-con, los confinados de la tierra.