Volví a ser vasija, volví a ser animal, volví a ser planta, volví a ser tiempo — RojoNegro

(Noé Martínez y María Sosa)

Curadora: Viviana Kuri Haddad

 

Del 3 de febrero al 23 de junio de 2024



 

 

 

RojoNegro

En Mesoamérica los cuatros puntos cardinales eran caracterizados simbólicamente por los colores de las distintas clases del maíz distribuidas por cada región. Con una práctica artística basada en la investigación por medio del cuerpo y bajo la consideración de que sus cuerpos nacieron, crecieron, se nutrieron y cargan la historia de otros cuerpos que provienen de una geografía específica, el nombre del dúo apunta hacia el punto cardinal de cada uno. Negro corresponde al Occidente, indicando a la nación Purépecha de María Sosa; y Rojo al Norte, hacia los ancestros huastecos de Noé Martínez en la Huasteca de San Luis Potosí. El nombre también evoca a la noción de tinta sagrada, representada en vasijas y códices con franjas de color rojo y negro para diferenciar los límites del universo, las fronteras entre lo visible y lo invisible y las capas de la realidad.

 

 

Conversación entre RojoNegro (los artistas María Sosa y Noé Martínez) y Viviana Kuri Haddad

En las conversaciones alrededor de la exposición apareció el concepto de nahualismo y de tonalismo, que si bien desde la antropología es difícil definir estos conceptos, para los artistas, desde el arte, es un motor de pensamiento de gran interés. 

 

De acuerdo al historiador Alfredo López Austin, el concepto del nahual es un asunto complejo porque hay diferentes versiones en varios pueblos de México, en donde se piensa totalmente distinto sobre éste. El elemento común que comparten, es que todo absolutamente está animado, todo tiene en el interior varias almas y todo tiene un componente divino. Así se pueden establecer relaciones entre las diferentes sociedades o universos como el de lxs humanos, los animales, la naturaleza o las cosas. La explicación de cómo entra un dios en el agua, en el fuego, en una persona o en un objeto está en otro tiempo de sustancia distinta: en el tiempo del mito, en donde hay un rejuego de dioses, en un tiempo cuyo pasado no se pierde y es puro presente. Así, los dioses son proteicos, no tienen figura fija, cambian constantemente, y en ese cambio constante tienen aventuras, y en ese juego se explican aquellos seres que se van modificando. 

 

NOÉ: Nuestra búsqueda ha sido entender el cuerpo desde una herramienta que no fuera necesariamente la occidental, tanto en lo que hacemos en nuestra práctica artística con nuestro propio cuerpo, pero también las formas en las que lo representamos.

 

MARÍA: No está clara la diferencia entre el nahualismo y el tonalismo, se les llama “entidades complementarias”. En realidad las fronteras de la significación son difusas, pero todo se refiere básicamente a la expansión del yo, a la expansión de la persona en otras entidades, ya sea animales, ya sea fenómenos meteorológicos, a veces instrumentos, incluso días, números, tiempos. Entonces, esta expansión de la persona se nos hacía muy interesante porque va a contrapelo del yo cartesiano, ¿no?

 

NOÉ: Y empezar a entender que hay una dinámica de diferentes personas dentro de nuestra persona, para nosotros eso puede dar sentido a lo que vemos  y lo que vivimos ahorita. Es una necesidad de entender que hay una forma muy personal, muy interna, desde nuestra necesidad de lo afectivo, pero también un montón de procesos sociales que estamos viviendo y que no podemos entender a partir de otras herramientas más occidentales. Pensar que el cuerpo siempre está en contradicción o está habitado por diferentes entidades, pero también te hace pensar acerca de cuál es la historia que carga el cuerpo, qué traumas coloniales hay, si tu nahual o tonal puede estar ligado a un efecto meteorológico; qué relación tenemos con la naturaleza, con el trueno, con el viento o con las semillas. Entonces, de alguna forma, nuestros proyectos por lo general se vuelven muy a largo plazo y muy dentro de nuestra vida.

 

MARÍA: La exploración hacia las entidades anímicas que nos acompañan es muy profunda y es muy vasta, entonces, para la exposición planteamos dos primeras para cada uno de nosotros. Observarlas y comprenderlas, pues es un camino bastante largo, pero que nos da mucha luz hacia nosotros mismos. Decidimos juntarlo  en dos plantas (tabaco y hongo) y dos animales (tlacuache y mono), para tener un elemento vegetal y un elemento animal, mismas que son parte de exploraciones que hemos tenido durante las meditaciones activas, pero también de sueños constantes o vivencias en la realidad.





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Tacones

Programa de Moda y Diseño Contemporáneo

 

Del 3 de febrero al 7 de julio de 2024



 

 

“El trabajo que hemos hecho está inspirado en la belleza y la irradiación de los objetos. En las posibilidades infinitas de la creación humana, los secretos, los deseos, los sueños, la materia.”

– Colección Matter Matters

 

 

 

El origen del tacón se puede remontar a la caballería persa del siglo X, donde el uso era exclusivamente masculino. En el siglo XI emigra a Europa como calzado para hombres donde se le asocia con el estatus social. Finalmente en el siglo XIX se define como un accesorio femenino. “Clic-clac”, es el sonido que producen los tacones al caminar, es un ritmo que reclama y se desborda.

 

Exhibir un objeto que contiene tanta carga simbólica requiere una habilidad de equilibrista, para justamente no caer en diatriba. Los tacones son imprácticos, incómodos y poco útiles,

modifican la postura del portador elongando las piernas, arquean la espalda baja e impulsan el pecho hacia el frente. Resulta dicotómico que un objeto decorativo logre al mismo tiempo imposibilitar el movimiento y estilizar la figura humana de forma tan contundente. Estas cualidades permiten acercarnos a un objeto de deseo que se escapa de lo utilitario. La muestra Tacones presenta una selección de más de 100 tacones a partir de la forma, la materia y el concepto como ejes de investigación que estructuran la colección.

 

 

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Atrás y más allá | Alicja Kwade y Gregor Hildebrandt 

Del 29 de octubre de 2023 al 7 de abril de 2024

 

Curadora: Viviana Kuri Haddad

Asistente curatorial: Maya Renée Escárcega

 

 

Una de las líneas curatoriales en el MAZ ha sido exposiciones de pares. Al inicio, el planteamiento era trabajar un mismo tema desde diferentes trincheras sin que se cruzaran procesos, para privilegiar la individualidad y encontrar diversidad en las voces. Con el tiempo, las exploraciones han cambiado y el ejercicio se ha complejizado al introducir variables como las relaciones personales entre los artistas. Si bien Atrás y más allá de Alicja Kwade y Gregor Hildebrandt, no es una muestra con obras hechas en conjunto por los artistas, es un hecho que en la convivencia de ambos como pareja son inevitables las influencias mutuas en su trabajo, las cuales surgen al compartir los días y el interés artístico a través de los años de una vida en común.

 

En su trabajo hay similitudes, entrecruces, y también hay algo que no se advierte de inmediato, pero que se va comprendiendo a medida que se observan y asimilan las obras de cada uno: a lo largo de la muestra existe un diálogo entre las piezas del uno y del otro, guiños seguidos de respuestas que hacen una coreografía silenciosa que multiplica las posibilidades y los significados. La conversación entre los objetos es acompañada por un cuestionamiento constante acerca de la naturaleza de la realidad, de la percepción y del tiempo, y también por la confirmación de la existencia de elementos inmateriales en la conformación y materialidad de las cosas, elementos como la música, la palabra, los sueños o las ideas. En el trabajo individual tanto de Kwade como de Hildebrandt y en el diálogo que se establece en conjunto, hay continuamente un inquietante desdoblamiento de la percepción, un reto a los sentidos y a la lógica cartesiana. En el momento en el que ponemos la racionalidad en pausa, cuando la sorpresa, seguida por la duda nos obliga a observar sin distracción, en ese momento en el que toda la atención está enfocada, es ahí y solo ahí, cuando logramos habitar por unos instantes el presente.

 

En particular algunas obras tienen relación directa entre los dos artistas, como el pilar de velas Candle Column, (Alicja & Gregor) [Columna de velas, (Alicja & Gregor)], 2018, de Alicja Kwade. Estas estelas son parte de una serie de retratos que la artista empezó desde hace años, iniciando con su autorretrato. En el método considera la edad de una persona específica, en este caso la de Gregor, y la relaciona con su altura;  toma la misma cantidad de velas que el número de años de su edad y las prende una tras otra, una sobre otra formando una estela, hasta que lleguen a la altura de la persona retratada. En su momento, en su caso fueron 39 velas y 163.5 cm y en el de Gregor 44 velas y 193 cm. Posteriormente las velas se utilizan como molde para la columna final en bronce.

 

La pieza Selbstportrait mit Diabola (Autorretrato con Diabola) de Gregor Hildebrandt, es una fotografía del artista tomada por Kwade durante una estancia en la que estuvieron juntos en Martinica, en el 2012. La fotografía fue tomada de manera espontánea en una convivencia de recreo entre ambos, después, fue solemnemente inmortalizada en granito. Al mismo tiempo que la obra transmite permanencia, la imagen juega con la idea de la imposibilidad de detener el tiempo del que invariablemente sólo quedan recuerdos. Como en la pieza Candle Column en Selbstportrait mit Diabola estamos frente a un momento transcurrido en tiempo pasado, que en el presente se materializa  a través de componentes minerales y aleaciones de metales, con peso y volumen determinados. Su presencia es una transformación de la materia y una confirmación del cinismo del tiempo. La fotografía del autorretrato con Diabola, la mascota, fue escogida como invitación en forma de disco flexible para una exposición que el artista tuvo al año siguiente en Berlín. El proyecto fue acompañado, como invariablemente sucede en la obra de Hildebrandt, por una banda sonora titulada en traducción libre “Como alguien que tiene certeza”. La canción habla de una ciudad que se alza en jade y de cómo el sueño que perturba los sueños se desvanece. Más adelante dice: dormir es el tiempo que te pertenece a ti*. Es cierto, el tiempo, nos pertenece únicamente en los sueños. Es mientras soñamos que el tiempo es nuestro para moverlo, adelantarlo y regresarlo a nuestro antojo incluso combinando tiempos paralelos. Es posible que las obras de Alicja y Gregor, sean una sustitución del espacio del sueño, un lugar en donde ocurren las cosas al antojo de quien sueña, de quien crea o de quien participa del arte.

 

Concebida específicamente para el espacio, Berlin Skies (Cielos de Berlín), 2023, es la única pieza cuya autoría es de ambos artistas. En el patio principal del MAZ, de frente encontramos un cielo gris de nubes agitadas, justo en nuestro campo del horizonte. Es una gran impresión de más de 12 metros de largo y 6 metros de altura. Junto al cielo, descansa sobre el suelo de piedra un enorme peón de bronce, Hirte (el pastor), uno de los peones de ajedrez característicos en el trabajo de Hildebrandt, de 2.10 metros de altura. Comparten el espacio con el peón dos piezas de Kwade, un par de mayúsculos mármoles blancos que aparentan nieve derritiéndose Jo’s Snow (La nieve de Jo), y que de alguna manera son también el reflejo de las nubes, lo cual enrarece más la escena enmarcada por dos muros blancos a los lados y coronada por el verdadero cielo. Usted espectador acaba de entrar al imaginario de De Chirico, tiene la suerte de ser parte de una realidad alterna, de encontrarse en el epicentro del desdoblamiento de la realidad.

 

 

 

 

Viviana Kuri Haddad

 

 

*El poema en el que está basada la canción es Wie Einem Der Gewissheit Hat de Alexander Losse, la letra y musicalización son de Stephan Eicher y la voz es de Gregor Hildebrandt.

 

 

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