Sala Abierta: 02
Yair López
Libro apócrifo de premios un gato y un cazador (Estreno)
Video digital 40’12”

 

Del 7 al 21 de mayo, 2020

Sala Abierta*, espacio intangible que en su primera etapa presentará el trabajo de artistas que viven y trabajan en Guadalajara.

Esta pieza fue concebida en Puerto Vallarta, Jalisco, ejecutada en Morelia y Pátzcuaro, Michoacán, una primera etapa. Las imágenes y la música fueron grabadas y compuesta en Cove Park, Escocia en septiembre de 2018, durante una residencia en el marco de SHUM: Seeing, Hearing UK México, un programa de intercambio artístico de CMMAS y Cryptic, en colaboración con The Anglo Mexican Foundation – Anglo Arts y British Council México. 

 

Música compuesta por Yair López
Traducción por Dulce Abarca e Iris Garrelfs

Voces: Iris Garrelfs

Sampleos de instrumentos:
Flautas por Wilfrido Terrazas
Percusiones por Darío Bernal Villegas
Guitarra por Armando Castro
Textos, grabación de campo, radio, piano y  material audiovisual por Yair López

Fake book of awards a cat and a hunter

 

— I never imagined that by pulling the trigger my shoulder would shake like that, it was an M-16, a weapon intended for the sole use of the armed forces that safeguard the integrity of the nation. I shot without having a specific target guarded by four officers, the sound of that shot went to into the air leaving me deaf for a few seconds. 

 

— I’ve always watched these creatures with great curiosity, I picture myself traveling only because of the stories that I’ve read about those trips. They are like aliens that are capable of regenerating their own extremities. The other day, I noticed one with two tales.

 

— An entire community moved in across my room, they migrated like birds. Do birds then travel in circles as airplanes do? I don’t know. These ants left hundreds of eggs on my desk.

 

— A Little bit stiffer on the left of the screen, some hairy legs making clicking noises like effervescent candies in the mouth.

 

— A rock had a story that couldn’t stop telling every morning after the earthquake. It was so beautiful that it could deteriorated without even thinking about the delicate sounds of the wind when it moved the bushy branches of the trees. A chainsaw left the forest in silence, fumbling.

 

— I turned towards the meridian, there was not an exact calculation that allowed me to know whether her legs were orthogonal to my body. They asked me to normalize her beauty, I can’t do this (I am not God).

 

— Leaving so fast without having anything in mind, allowing an ancient algorithm to tell me how to act, sharing my life through telemetry. 

 

— That noise that does not let you eat, is annoying, it disgusts you to picture that the following morning you would have a dissected ice cream.

 

— Each of its pores get multiplied by dozens or hundreds that can reach thousands per millimeter.

 

— Like crumbs, a bumper that ignites in an intermittent way, the antennas that allowed him to tune the sick crowd. He would be able to jump from time to time, camouflaged between the military flanks.

 

— The image of that man who holds between his arms a dead volcano (the one that seems asleep). A gluttony that eats rocks feathers and igneous blackness, porosity of a beheaded.

 

— The first day of that year, I was awakened up by a noise, I approached the fountain and noticed an animal that moved in the darkness. I embraced it with tenderness and in exchange for doing so, it scratched me definitely. The floor was blood-stained and, in the air, feather particles were flying away. I found your wing on the floor.

 

— A Green marker rolling across the floor, it was long. I prefer short ones and because of this, I returned it to its owner without regrets. When the gaze return to my color, I savoured the haunches of the station, thinking about a fresh pond and a thick beer.

 

— Some mechanic worms entered into the ground to creating something “perfect”. I don’t want to be buried when I die (said that without anybody asking me), I want them to cover me with earth without being ashes to return to it and that my extremities hang from the reefs in the seas like a ham at the Madrid museum.

 

— The King spoke in a monstrous language, however, in spite of its deformity and having a horrible aspect, he was a kind human being. He decided to live away from imagination so the radioactive charges were not attributed to him neither the variants of the terrestrial tide nor the gravity or the couples in love.

Libro apócrifo de premios un gato y un cazador

 

— Nunca imagine que al oprimir el gatillo mi hombro se sacudiera de esa manera, era un M-16, un arma de uso exclusivo de las fuerzas que resguardan la integridad de la nación. Custodiado por cuatro oficiales, disparé, sin un blanco, al aire fue el sonido (disparo). Quede sordo por algunos momentos.

 

— Siempre he observado estos seres con mucha curiosidad, imagino que estoy de viaje. Sólo por las historias que he leído acerca de esos viajes. Son como alienígenas, que incluso tienen la capacidad de regenerar sus extremidades, el otro día observé a uno que tenía dos colas.

 

— Toda una comunidad se mudó atravesando mi cuarto, migraron como aves que cambian de meridiano, ¿Las aves entonces viajan haciendo grandes círculos al igual que los aviones? No lo sé. Estas hormigas dejaron cientos de huevos en mi escritorio.

 

— Un poco más tieso a la izquierda de la pantalla, unas patas peludas haciendo chasquidos como dulces efervescentes en la boca.

 

— Una roca tenía una historia que no podía dejar de contar todas las mañanas después del terremoto. Era tan linda que se podía deteriorar sin pensar siquiera en los delicados sonidos del viento cuando mueven las pobladas ramas de los árboles. Una motosierra dejo el bosque mudó, a tientas.

 

— Di un giro al meridiano, no hubo cálculo exacto que me permitiera conocer que sus piernas fueran ortogonales a mi cuerpo. Me pidieron que normalizará su belleza, no puedo hacer eso señor (no soy Dios).

 

— De un tirabuzón salir sin tener nada en mente, dejar que un algoritmo añejo me diga como actuar, compartir mi vida a través de la telemetría.

 

— Ese ruido que no te deja comer, es molesto. Te da asco imaginar que a la mañana siguiente tendrás un helado disecado.

 

— Cada uno de sus poros se multiplica por decenas o cientos, pueden llegar a ser miles por milímetro.

 

— Como migajas, un tope que se enciende de manera intermitente, las antenas le permitieron sintonizar la enfermiza muchedumbre. Podrá saltar de vez en vez camuflado entre los flancos, militar.

 

— La imagen de aquel señor que entre sus brazos sostiene un volcán muerto (el que parece dormido). Una gula que come plumas de xanate y negrura ígnea, porosidad de un decapitado.

 

— El primer día de ese año, me despierto un ruido, me aproxime a la fuente y observe un animal que se movía en la oscuridad. lo abrace con ternura y a cambio me araño con su mirada retadora. el piso se encontraba manchado de sangre y en el aire volaban partículas de plumas. En el piso encontré tu ala.

 

— Un rotulador verde rodando por el piso, era largo, yo prefiero los cortos. es por eso que lo regrese a su dueña sin remordimientos, cuando la mirada regreso a mi color, saboree las ancas de la estación, pensando en un estanque fresco y una cerveza espesa.

 

— Unos gusanos mecánicos, entraron en la tierra para crear algo “perfecto”. yo no quiero que me entierren cuando muera (dije sin que nadie me lo haya preguntado), quiero que me echen a la tierra, sin ser ceniza; para regresar a ella y que en los mares mis extremidades en arrecifes queden colgando como un jamón en el museo de Madrid.

 

— El rey hablaba un lenguaje monstruoso, pero a pesar de su deformidad y tener un aspecto horrible, era un ser bondadoso. Decidió vivir alejado de la imaginación para que no le achacaran cargos radioactivos, variantes en la marea terrestre, la gravedad o parejas de enamorados.

Yair López (MX-1983), estudia actualmente el Doctorado en Ciencias en la Universidad de Guadalajara, su trabajo de investigación se centra en la interacción de ondas infrasónicas. Además, es Maestro en Ciencias en Geofísica por la UDG. Combina el error, datos geofísicos y la poesía materializando piezas sonoras y audiovisuales. Como investigador ha publicado artículos científicos en el Seismological Research Letters y es autor del libro: LOS TERREMOTOS NO MATAN, LOS EDIFICIOS SÍ. A partir de ser un escucha activo, ha realizado grabación de campo y paisaje sonoro. Su fascinación por el e‐waste (basura electrónica) lo han llevado a recorrer mercados de pulga en distintos puntos del globo; es un arqueólogo aficionado a la recolección de elementos electrónicos y a su manipulación para inducirlos al error y cambiar su funcionamiento. Ha trabajado como curador en Irlanda del Norte, Estados Unidos y México. Además, de haber sido artista residente en: CMMAS, Maraika‐Indocumentados y en Cove Park (Escocia) residencia en el marco de SHUM: Seeing, Hearing UK México, un programa de intercambio artístico de CMMAS y Cryptic, en colaboración con The Anglo Mexican Foundation – Anglo Arts y British Council Mexico. 

Entre su discografía encontramos: Branquiado primitivo comedor de hierba de los fondos abisales (CD), MARCA Y REGISTRO (DVD), SONORA (CD), Ruleta (NET), Paisaje sonoro de los Pueblos Mágicos de Jalisco (CD), Narita Airport (NET), Ready MEDIA (DVD), Ep ep popo (NET), Paisaje Sonoro del Malecón de Puerto Vallarta (CD), Casa de Omar (NET). Su obra se ha expuesto en México, España, Japón, Estados Unidos, Brasil, Colombia, Argentina, Portugal, Holanda, Italia, Alemania, Finlandia e Irlanda del Norte. Actualmente es beneficiario del programa de posgrado del CONACYT. Ha sido beneficiario del programa Proyecta Producción y Proyecta traslados en 2019, Jóvenes Creadores del FONCA 2016-2017, Coinversiones del FONCA 2010-2011; PECDA 2009-2010 y 2012- 2013; CONACYT 2013-2015 y CENTRO MULTIMEDIA 2014-2015. Además, ha sido Jurado y tutor de PECDA Jalisco.