Audioguía

Mujer de negro

1.  Introducción

 

 

Transcripción

 

Durante siglos, se creyó que el último rincón del mundo se encontraba en Galicia. Con cielos parcialmente nublados durante todo el año, inviernos fríos, mojados y ventosos, y nada más que un sombrío mar a la vista, este lugar fue bautizado en latín por los romanos como Finis Terrae, que significa literalmente el “fin de la tierra”.

 

Finisterre en castellano y Fisterre en gallego, se ubica en la Costa de la Muerte, un litoral que ha sido testigo de numerosos naufragios a lo largo de su traicionera costa rocosa.

 

Este es el escenario que forma parte de la idiosincrasia de la mujer gallega, pero también es el terreno que cobija, atraviesa, y sobre el que anda la mujer de negro que ves en la exposición.

2. Galicia

Galicia es una región de España brumosa y empapada por la lluvia, atrapada entre Portugal y el océano Atlántico con 1,500 kilómetros de costas. Históricamente, altas colinas de granito aislaron a Galicia del resto de la Península Ibérica, pero el mar la mantuvo abierta al mundo. El carácter, la cultura y la arquitectura gallegas son producto de este paisaje cerrado, cauteloso y misterioso, pero también acogedor y accesible.

 

El rasgo más singular de la costa gallega son las rías. Estas formaciones geológicas se encuentran en muy pocos lugares del mundo, como Irlanda, China y Francia. Se trata de brazos de mar que se introducen en el continente creando un litoral recortado sensible al movimiento de las mareas. En las rías se mezcla el agua dulce de los ríos con el agua salada del mar, lo cual la dota de niveles siempre variables de salinidad que propicia un colorido ceniciento a los paisajes y los poblados pesqueros.

Los habitantes de la costa aún conservan sitios de rituales precristianos, como las pedras de abalar, es decir, “piedras oscilantes”, que eran utilizadas como espacios sagrados para diversos ritos. También, se transmiten algunas creencias que se recuerdan en la cultura local, tal como aquella leyenda que cuenta que el viento crea pesadillas salvajes.

3. Procesos

La exposición se integra de indumentaria del estudio creativo D-due, dirigido por Charo Froján y Alfredo Olmedo. Las prendas fueron confeccionadas con lino en un pequeño taller fundado en 1960 en un pueblo de Arosa, Galicia, cercano al astillero familiar y rodeado del entorno rural de la costa atlántica.

 

Aludiendo a su producción artesanal, las piezas de indumentaria, cerámica y madera presentes en la exposición se exhiben en duplas con la intención de revalorizar el trabajo manual, alejándose de la idea de unicidad vinculada con la Alta costura y las Bellas Artes.

 

En ocasiones, las cualidades táctiles y esculturales son evidentes en el patrón plano, mientras que en otras, saltan a la vista cuando la prenda viste al cuerpo. Esta blusa es ejemplo de ello, pues el patrón semicircular de las mangas crea distintos volúmenes hasta que es portada. En esta prenda se evidencia una constante en su lenguaje de diseño: el uso de botonaduras inusuales.

4. Mujeres de negro

Tejer, hilar, coser y bordar han sido labores instruidas y transmitidas históricamente a las mujeres en el ámbito doméstico. Los cestos, el bordado de punto de cruz y la fotografía Los que han visto la muerte. Romería del Santo Cristo de la Agonía, Xende tomada en 1984 por Cristina García Rodero, invocan poderosas imágenes sobre el peso que física y simbólicamente recae sobre las mujeres gallegas. A diferencia de los hombres de la comunidad, llevan sobre sus cabezas la carga de las labores rurales desempeñadas en la ría, el duelo, y los saberes que transmiten a través de la memoria compartida.